¿Qué es una tarea competencial? Actividades que nuestro currículo nos propone para proporcionar al alumnado una situación de aprendizaje que suponga un reto a la hora de llevar a cabo la actividad; en la que se reflexiona, se investiga, se utilizan de modo práctico los conocimientos adquiridos y desarrolla varias competencias clave a la vez. En este caso, hemos desarrollado:
Competencia Digital (CD): Aprendemos a cómo buscar información y a utilizar el teclado de forma responsable.
Competencia en comunicación lingüística (CCL): Desarrollamos la escucha a través del visionado del vídeo y llevamos a cabo un inicio de la escritura mediante los ingredientes de la misma.
Competencia matemática, tecnología, ingeniería, y matemática (STEAM): observamos, tocamos, olemos, pesamos ingredientes dando funcionalidad y valor a los números, manipulamos objetos tecnológicos de cocina...
Competencia personal, social y de aprender a aprender: tomamos conciencia de nuestras capacidades y descubrimos lo que somos capaces de hacer.
Competencia emprendedora: creamos nosotros mismos el bizcocho que nos comeremos.
A continuación os mostramos la tarea competencial que hemos llevado a cabo que consiste en la elaboración de una receta.
DIARIO:
El Jueves en la asamblea, planteamos la idea de utilizar la calabaza que compramos de alguna forma y enseguida la respuesta que los chicos dieron fue: ¡Haremos un pastel! Dicho y hecho, la encargada del día, nos puso el YouTube.
y entre todos, utilizando el teclado, en el buscador pusimos: "receta de bizcocho de calabaza con panificadora"
Una vez elegida la receta a votación (les gustó la que tenía la imagen de la calabaza de Halloween), anotamos en una cartulina los ingredientes para después, ir a buscar la calabaza al frigorífico/nevera del cole. Nos acompañó Bea AL y...¡nos enseñó su despacho. Nos gustaron los juegos que tenía! y al fondo del pasillo llegamos a la sala de profesores. Había un sofá súper chulo de colores que nos encantó y nos hicimos una foto en él.
Cogimos la calabaza de la nevera y ¡notamos que estaba muy fría!, nos la llevamos a clase para cortarla por la mitad y descubrimos que...¡huele a melón! Posteriormente, sacamos las semillas con cucharas. Las queríamos probar pero estaban crudas. Alguno las probó y dijo que estaban buenas pero no nos las comimos porque igual no nos sentaban demasiado bien.
La pusimos a cocer mediante una vaporera; al rato...¡olía muy bien! Teníamos mucha hambre y la profe la guardó en la nevera ya cocida y lista para ser usada al día siguiente.
Al día siguiente y con ayuda de la licuadora y panificadora, añadimos todos los ingredientes. Le añadimos pepitas de chocolate y unas gomis de Halloween (aunque estas 2 últimas cosas, en la receta original no aparecían). Programamos la máquina y no pudimos comerla el jueves porque no dió tiempo a que se cocinara pero el viernes la decoramos y quien quiso probarla, comió 1 pedazo y también pudieron repetir aquellos que querían. Ciertamente...¡Estaba súper rica!. Os recomendamos realizar esta receta.
Bizcocho de calabaza